Dia en la ciudad

al parecer Fenrir conosia un poco màs, los aspectos de Kojiro, aun y cuando no mostrara perturbacion en su voz o en su rostro

- para ellos somos una amenaza asi como para este mundo....tonterias, ellos jamàs entenderian nuestra logica - vio de reojo la frustracion que mostraba el palido arrancar, al estrujar el barandal

- por eso ayudamos a Aizen a constryir un nuevo orden -

-supongo que... todos ganamos algo con la victoria de Aizen... -
con lentitud solto el barandal pasando los dedos sobre sus palmas limpiando algunos retasos de asperesas y oxido que quedaron sobre ellas; se giro hacia Kibanja para continuar hablandole... pocas personas llegaron a volverse "cercanas" al espada, dos, tres, tal vez alguna mas durante todos los años de su nueva existencia.
-Aunque el sea el "oficial superior" no estoy luchando esta guerra por él...-
sus ojos se deslisaron hacia la Nodachi junto a la katana de la primera espada al pronunciar esta "conefesion" en voz alta y luego volvio su mirada al inalterable rostro de la arrancar.

- lo se...cada quien tiene sus propios objetivos, el mio se me facilita mucho si me quedo a lado de Aizen, es la mejor opcion -

volteo un poco hacia él mientras decia esto viendo un instante la direccion de su mirada

- ahora que no estaras lejor, no seria màs prudente regresarte tu Zampakuto? -

-Crees que voy a nesecitarla...?-
dijo con un tono neutro aunque un buen oyente notaria un cierto toque sarcastico; habia pasado mucho tiempo en la ciudad sin su arma y ningun shinigami habia aparecido para enfrentar al espada. -Aunque si algo me llegase a pasar la espada debe volver a Hueco mundo-
Se aproximo a su compañera en espera a que ella le entregara nuevamente la nodachi mientras decia unas pocas palabras mas.
-Es bueno hablar contigo... gracias-

- me lo habias mencionado anteriormente - se enderezo desatando el nudo que unia a su Valkiria con Susurros, tomando a ésta ultima con lam derecha estirando el brazo a Kojiro

- no hay de que darlas, descuida me encargare de que vuelva a Hueco Mundo, te cuidare las espaldas aunque no lo necesites -

-Tienes mucho a tu cuidado... no hace falta agregar mas-
Al recivir nuevamente su arma desenvaino unos centimetros de su oja recorriendola con la vista como si comprobase los nombres que estaban ahi... cerro sus ojos envainandola nuevamente y con lentitud casi seremonial la engancho en su cintura recargando ambas manos sobre el negro mango de aquella arma.

simplemente se encogio de hombros cruzandose de brazos, recargando su peso en su pie izquierdo viendo como guardaba a Susurros

- si no hay màs que decir - saco de su cinto negro de la cadera una pequeña pildora que lanzo al aire atrapandola con la boca cambiando inmediatamente su apariencia de Espada, volvia a ser la mujer que habia entrado desde un principio de su charla
- volvere a rondar este mundo..hasta el inevitable enfrentamiento,- metio sus manos en su saco dedicandole una mirada a su palido xcompañero