en busca de la tierra panquesito[no es broma]

Habíamos pasado tan rápido que ni cuenta me había dado. En cuanto nos paramos en seco, miré atrás sorprendida, aún sujeta a él para no irme hacia atrás ¡Vaya! Habíamos pasado todo eso y ni cuenta me había dado ¡Al rayo! Para la próxima no me tomaré tan a pecho lo que podía pasar. Lo olvidaba ¡Soy un shinigami!
Pero, en cuanto lo escuché hablar... Una gota de transpiración resbaló por mi sien y mis ojos se transformaron en dos líneas... ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo? ¡Estúpido reiatsu de los mil demonios!

-Ahora que lo dices... es cierto.- dije, maldiciendo por dentro haber olvidado ese 'minúsculo' detalle.

Y luego de unos segundos, caí en cuenta de otra cosa...

-Ehm, Okuba... ¿Quieres bajarme?- pregunté, con una sonrisa distraída.

-oh claro-

dijo okuba un poco apenado la verdad, este se agacho suavemente hasta sentir que emily ya tocaba el suelo, leugo solto sus peirna y se reincorporo.

-no te muevas-

idjo un poco ruborizado por lo anterior, aunque claro todo estaba oscuro pro loq ue emily no podia verlo. okuba busco entre sus ropas como al inicio y saco el encendedor, lo prendio, cuando su vista se aclaro se sorprendio mucho UNA PUERTA DE METAL SOLIDO!!

En cuanto pude ponerme en pie, miré hacia el costado, con las mejillas con un tono rosa, agradeciendo que estuviera tan oscuro como para que Okuba no pudiera verme. Admitía que yo misma le había pedido que me bajara, pero... ahora me sentía incómoda. Y esa era una sensación que se había ido mientras estaba sobre su espalda.
De repente, él sacó el encendedor y volvió a encenderlo. Miré al frente y noté... ¡Una puerta de acero totalmente sólido! Casi me caigo al piso de la sorpresa. En cambio, otra gota de transpiración bajó por mi sien.

-¿Pero que demo...?

No acabé de expresarme, en cambio, lanzé un suspiro de molestia.
Esto se estaba volviendo complicado.

-Rayos-

murmura okuba meintras su sombra se refleja, gracias a el encendedor, en el piso, okuba meuve un poco su piede izquierdo hacia atras para poder voltear un poco su cuerpo hacia la izquierda y accion seguida mirar a emily la cual aun tenia rastros de sonrojamiento en su rostro y al aprecer una gota de sudor.

-esto se pone mal...como haremos para evr donde esta la peurta si al intentar uno de nuestros ataques el encendedor se apagara-

dijo okuba volteandose por completo hacia emily, ahora estaba frente a frente, okuba pensaba pero la evrdad no encontraba una forma.

"seria dificl pero no imposible desctruir la peurta, pero..y si hay algo detras de ella entonces...."

piensa este meintras mira a emily, tal vez ella sepa, okuba nuna ah sido muy ingenioso que digamos.

Me quedé pensando como rayos podíamos hacer para salir de este embrollo, hasta que se me ocurrió una idea. Sería algo como usar o no usar mis poderes a la vez, pero creo que serviría.

-A ver, intentaré algo...

Retrocedí un poco, parándome recta hacia atrás, desenvainando mi Zampakutoh y sujetándola con el brazo izquierdo, en una posición lo más firme que pude.

-Renace de las cenizas nevadas ¡Y revélate!

De repente, el centauro Sagittarius, mi Zampakutoh, apareció como un fantasma, rodeándome totalmente en forma de protección, hasta que empezó lentamente a materializarse. Cuando vi que hasta sus alas de hielo ya estaban materializadas, me senté en su lomo, extendí de nuevo la espada con el brazo izquierdo y exclamé.

-¡Clones de hielo!

Frente a nosotros, aparecieron tres clones míos, vestidos exactamente igual que yo, pero sus ojos habían salido diferentes: Los de una eran azules, los de otra eran rojos como los míos, pero sin brillo y el último clon tenía ojos violetas. Sonreí y las observé una por una. Si las tres hacían un ataque al mismo tiempo, tal vez...

-¡Ya! ¡Cataratas de Fuego Índigo!

Las tres clones se pusieron en posición, siempre con las mismas miradas serias, dieron un salto y apuntaron hacia la puerta.

-33 Sōkatsui (Cataratas de Fuego Índigo): ¡Oh, señor! ¡Máscara de sangre y hueso, toda creación, batir de alas, que llevas el nombre de Hombre! ¡Verdad y temperamento, a través de este muro de sueños desatados pero con la leve ira de tus garras!

En cuanto acabé el ataque, golpeé mis manos y los tres clones desaparecieron en un estallido de cristales de hielo. Me bajé del lomo de mi Zampakutoh y acaricié su lomo.

-Excelente, chico.- me reí -Ahora, listo.

Mi zampakutoh me miró en reproche, pero luego sonrió, cerró los ojos y volvió a disolverse, apareciendo la katana sellada en mis manos. La guardé en la vaina como se debía y miré la puerta. Abierta totalmente.

-Creo que lo logramos...- dije, entrando por la puerta y mirando -¡Mira! Todo el camino iluminado por antorchas...

Me acerqué a un costado y saqué una antorcha del costado, encendida totalmente. No era de lo mejor, pero era preferible esta al encendedor. E igual, si se nos apagaba, el encendedor nos seguiría iluminando.
¡Vaya cosas! ¿O no?

Okuba pensaba cuando emily utilizo su shikai y utilizo varias tecnicas.

"vaya...es poderosa"

no pudo evitar poner una sonrisa, ahora que lo pensaba, habia pasado bien este dia, aunque emily le habia caido en el estomago y a pensamiento de este leugo se hbia burlado.

-genial...-

dijo para si mismo meintras usaba un shumpo para aparecer al lado de la shinigami.

Bien, algo difícil ya estaba hecho. Tenía la antorcha en la mano y seguía observando a mi alrededor para ver que podía encontrar. Alumbrando el camino, no encontré ninguna trampa, pero encontré una puerta con un pequeño picaporte. La abrí y miré a mi alrededor.

-¿¡Qué demonios...!?

Enfrente nuestro, habían 5 puertas diferentes, cada una con su número correspondiente escrito. En el medio de todo, había una tabla con algunas escrituras. Le hice una seña a Okuba con mi mano libre, para que se acercara, y me acerqué a la tabla que estaba clavada en la pared. Alumbré con la antorcha y recité en voz alta.

-Al número de escuadrones que tiene el Gotei del Seireitei, súmale 3 más y luego divide todo eso en 4. El número que te de como resultado es la puerta por la que tienes que seguir.

Fruncí levemente el ceño.

-Esto ya es extraño, pero a ver...- conté con los dedos -Si el número de escuadrones es 13, que más 3 da 16 y dividido en 4 es... ¡La puerta 4 es la correcta!

Me acerqué a la puerta con velocidad, pero antes de abrirla, miré a Okuba.

-¿Vamos?

okuba vio todo esto y penso detenidamente.

"13+3/4=4"

-si claro, vamos-

murmuro okuba dando una hojeada a las cuatro puertas, ya acabaria todo?

se acerco a emily y camino cerca suyo

Apenas se acercó, suspiré profundo y abrí la puerta. Atrás de esta se veía un largo y ancho pasillo, que estaba totalmente a oscuras. Un suspiro molesto salió de mis labios ¡Excelente! La luz de la antorcha no alumbraba lo suficiente, pues era un pasillo enorme, y que habría enfrente, vaya a saber...

-¿Nos arriesgamos a seguir?- le pregunté, mirándolo.

-yo ire, ven si quieres-

dijo okuba mirando a emily, podria ser aariesgado, pero yoh no puedo haber peusto tantas cosas.

Dios mío... ¿Qué más trampas puede haber en este lugar? Ya me estaba cansando de encontrar trampas y toda la cosa... ¡Quería llegar! Y obviamente, no me quedaría de brazos cruzados.

-De aucerdo, vamos.

Entramos ambos al pasillo y cerré la puerta atrás de mi. Empezamos a caminar, observando a nuestro alrededor. Iluminando con la antorcha, descubrí que habían diferentes cuadros en las paredes, además de adornos, todo tenía un aspecto tremendamente extraño, como de película antigua.

-Parece un extraño y muy exótico museo... Esto ya casi es como una película de suspenso.- dije, con una gota de transpiración en mi sien, mientras seguía caminando.

Okuba caminaba, prestaba atencion a su entorno, talvez habrian mas trampas un sudor salia de su cuerpo.

-ojala ya estemos aputno de llegar-

me limite a decir.

Seguí caminando con lentitud, mirando a mi alrededor y observando con atención las pinturas que había: Se notaban muchas pinturas curiosas, réplicas de pinturas de Pablo Picasso, Rembrandt, Fernando Botero, Monete, Renoir, Quinquela Martín, entre otros... Todas pinturas del mundo humano, y de diferentes países, incluso ese último era un famoso pintor argentino ¡Que sorprendente!
Embelesada con todas las pinturas que había, increíblemente maravillosas, y tal vez alguna hecha por un discípulo de los maestros de la pintura, como Picasso o Rembrandt, que no noté que llegamos casi al final del pasillo. Miré al frente y, en ese momento, noté que estabamos caminando sobre una alfombra roja, y que del techo colgaba una muy decorativa araña de velas.
Miré al frente y noté que, frente a la enorme pared que había, en el centro había una puerta de madera tallada, con un muy hermoso dibujo, una decoración como de una hada, estaba excelentemente armada y además, parecía ser la puerta a lo que buscábamos. Miré la cerradura y noté que era una forma muy extraña, que seguro necesitaría una llave especial. El problema era que... no se veía esa llave por ningún lado. Y creía que destruir una obra en madera como esa sería algo horrible.

-¿Ahora que haremos?

okuba caminaba, se distrajo con un cuadro. "la tentacion de amadeo" hecho por marius, no lo podia creer, habia leido sobre el en un libro, en un libro de vampiros, sigui caminando, y luego llego junto con emily a una puerta de maadera.

-no lo se.....destruirla es la unica opcion que veo-

fue lo que dijo, la verdad, al parecer nohabia otra salida.

Suspiré. Era un diseño demasiado bonito para romperlo, pero dado que no teníamos otra opción...

-Si, creo que tienes razón...

Estuve por sacar la zampakutoh y des-sellarla, pero me detuve. La devolví a su vaina como correspondía y miré a Okuba, aún insegura de si...

-¿Harás tú los honores?

okuba miro a emily a los ojos.

-honores?-

murmuro....ya que mas podia hcaer, no debia ser muy dificil, saco su zampakoutoh se acerco a la puerta y la enterro asi sin mas, no era de grn grosor, eso era lo que queria saber, para intentar "preservarla" como emily queria empezo con multiple shumpo a hacer varios huecos en los bordes, luego con shumpos iguales dio patadas, ya estaba muy floja, hizo un ultimo esfuerzo desde abajo y la peurta se partio por lo huecos, quedo aun "pegada" a ellos pero ya habia un espacio suficientemente grande para que ellos pasaran, okubas e aparto un poco de ese espacio.

-primero las damas-

dijo.

un poco de sudor salia de su cuerpo.

Luego de todos los ataques de Okuba, noté que se las ingenió para hacer un agujero en la puerta, pero preservar lo elemental. Lo escuché hablar y lo miré con el ceño levemente fruncido.

-¿Damas? Jaja, muy chistoso.

Sin más, pasé por el agujero y le hice señas de que me siguiera. Apenas salí afuera... Otro cuarto todo oscuro.

-¡Genial! ¿No podrían haber puesto un interruptor al menos?

Okuba rio un poco mientras emily pasaba, y nuevamente cuiando se adentro mas alla de la puerta.

"un interuptor? jajaja...seria genial en estos momentos"

penso con una sonrisa en su cara, ahora debian proseguir y estaban algo asi como a oscuras, su encendedor dio un poco de lidia al prenderlo pero al final funciono.

okuba se acerco a emily ya que no podria ver mucho alejado de este.

-vamos....-

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