Conociendo mi Zampaktoh 5/5 post, rango bajo

Huidow en la soledad del Rukongai como es su costumbre comienza a hacer lo que el llama su encuentro, es un estado mental que trata de llevar a si mismo hasta una paz interior absoluta, algunos lo llaman meditar, otros viaje astral y los shinigamis suelen interponer el concepto de “Ingresar al mundo Interior”, ya con el escaso riatsu que tiene mucho mas estabilizado, apaciguado y lleno de movimientos suaves y armoniosos se sienta con sus piernas cruzadas y cae en una meditación sublime, un estado tan puro que sus oídos parecen escuchar hasta el aleteo de un insecto, su piel se vuelve un receptor masivo de su propio entorno y la unión con el yo interno comienza a desbocar poder oculto en su más profundo ser, su riatsu se eleva y se controla a si mismo como si de un ser con vida propia se tratase, la forma de sus oscilaciones y de su cinética misma le maravilla a su propio poseedor y de pronto abre los ojos los cuales parecen cansados y absortos en lo que se puede lograr con un momento de paz, ya con este estado, se levanta y comienza a practicar lo más básico, el zanjutsu para entrar en su propio mundo, que es el inicio de todo, y la adquisición de poder se hará paulatinamente se controle mejor y mejor ese tipo de concentración y dominio del espíritu interno,

-Bien ahora dime tu nombre- susurra mientras lanza mandobles con potencia hacia el frente.

La zampaktoh, una reluciente shirasaya que enfundada parece un mero pedazo de madera o más bien un bastón no hace ni un tris, el shinigami pensó que sería más fácil, algunos le comentaron solamente de que era un estado de concentración y algunos rumores escucho en la academia que surgía solo, que solo era paciencia, pero esto comienza a exasperar al raso y su riatsu se aloca e intensifica, comienza a manar en borbotones y la concentración se pierde, su sangre hierve sin medida y sus mandobles ya no se hacen sutiles y armoniosos como siempre, sino mas rectos y potentes, el estilo del fuego emerge, rápidos y potentes, y de pronto su energía se calma pero los mandobles cambian, se hacen más delicados y dóciles, sus pies parecen bailar junto a sus cabellos de color carmesí intenso, las media lunas y los ataques circulares se hacen presentes y acompañados y apoyados por su mano izquierda y sus extremidades inferiores aparece el estilo tierra, combinando ataques de puños y patadas lanza puñaladas hacia un enemigo imaginario, después de hacer retumbar el suelo con sus pisotones de gran peso, sale a la luz el más poderoso de sus estilos, el estilo viento, su riatsu se acumula de manera considerable, concentrado y localizado en ciertos puntos realiza varios saltos y volteretas acompañadas de patadas y golpes recubiertos de una gruesa capa de espiritrones, salta y ataca cual león se lanzara contra su presa, y ya con su riatsu a punto de materializarse sobre la hoja, se detiene

-Es suficiente por hoy, el trabajo físico debe tener su descanso- dice un poco exhausto y queriendo comer algo…

Ya con sus fuerzas repuestas el shinigami se alista para su entrenamiento del dia de hoy, puesto que si quiere optar a algún reconocimiento en la sociedad de almas, deberá trabajar duro y sin cesar, por ello comienza con un trote ligero por el sereitei, hasta llegar a un lago.

Después de sudar un poco, saca su zampaktoh y comienza a analizarla e inspeccionarla como siempre lo hace cualquier guerrero diestro, Huidow sin prestar mayor atención a su alrededor se centra en explorar su espada, en verificar el peso de su hoja y el largo de la tsuka, lo afilado de la Kissaki, el hamon que no sea muy extenso, el ancho del mune , inclusive la Kashiragane, nada escapa al ojo de Huidow cuando se trata de combatir con algo, pero hace algo raro, comienza a examinar la saya de su espada, es una de madera muy resistente y de forma normal, con el Kojiri y el Koiguchi de acero en ambos extremos, nadie había visto antes que un guerrero aparte examinara la funda de su arma, pero aunque no lo crean es algo necesario para el estilo que desarrollara el guerrero de sangre, cuando termina de hacerlo asiente como diciendo es una excelente espada, con sus pies examina el suelo y comprueba su dureza, su consistencia y trata de con su Riatsu inspeccionar cada rincón del lugar donde practicara, es muy amplio perfecto para un combate libre, envaina finalmente su nueva aliada y diciéndole un par de palabras aun cuando no conoce el nombre de ella

-Espada, alma del guerrero, te pido me des el poder necesario, la fuerza interna de tu ser y me ayudes en tener el temple necesario para derribar a quienes se oponen a ti, se mi aliada, parte de mi y enfrentémonos al mundo, y te prometo que moriremos juntos si no vencemos…-dice casi susurrando

Finalmente se sienta y comienza nuevamente a meditar, a adentrarse en sí mismo y más aun a centrarse en la Shirasaya, aquella que le traerá la fuerza necesaria para vencer a la adversidad, y de pronto y más rápido de lo que piensa se sumerge en un mundo interno… pero no es demasiado lo que logra y simplemente la visión se desvanece debido a la excitación que le provoca. Y al volver intentarlo no logra entrar nuevamente, ya decepcionado comienza a apaciguarse nuevamente y a calmar su corazón indómito para volver a intentarlo.

-ufff.... creo que sera mas complicado de lo que imagine!!, concentracion vamos huidow tu puedes!!- dice para si mismo mas motivado que antes, pues solo logro ver sombras de lo que parece ser su mundo interno.

Con su mente más calma logra adentrarse en lo que parece ser su mundo interno, al principio una negrura un poco angustiante, su cuerpo parece incorpóreo y el aire es algo enrarecido un aroma extraño pero familiar se hace notar, como si fuera…. Algo como… sangre?, de pronto la concentración se pierde y vuelve a salir…

Maldición!! Como se supone que se hace esto- piensa algo decepcionado -pero por lo menos estoy llegando a algo y ya avance un poco, que será que hace falta?... mmm … descansare un poco antes de proseguir-mientras se levanta…

Quitándose la parte superior de su uniforme se adentra en las aguas del lago y con gran alegría comienza a nadar un poco para relajarse, siente como el liquido refresca su alma y le libera de sus tensiones, con cada brazada parece liberarse del peso de ser un guerrero elegido para la gloria dentro de las filas de la sociedad de almas, comienza a pensar en cuantos seres diferentes deberá combatir, esto le emociona y comienza a bucear, y al final sale para seguir adelante, se viste y raudo y ya mas mentalizado en su objetivo decide probar un poco de Kidoh y manipulación de Riatsu.

Tomando posición de combate pone su espada frente a si mismo y comienza a canalizar todo su riatsu a la hoja de la misma, sus músculos se contraen y se tensan, y después de unos segundos esta se ilumina desbordante de riatsu el cual emana como una pequeña llama de vida que consume el poder de Huidow, sin embargo parece más satisfecho que cansado y prosigue con este entrenamiento hasta que entra en calor y le es posible liberar mas riatsu.

Después de aproximadamente media hora de ardua practica se siente listo para empezar con el kidoh, y apuntando a un árbol que se encuentra en las cercanías el cual tiene pinta de ser un roble de color oscuro,… rojo mas bien y de gran tamaño, en el suelo hay bellotas maduras al parecer, puesto que recoge una y la encuentra muy amarga, probablemente ya tienen mas de un año y medio, estas tienen el interior de la cáscara velluda. La nuez al abrirla está encerrada en una capa delgada y pegajosa de piel apergaminada o algo parecido, pero en fin, buenas para la nutrición del guerrero, coge un par las abre y son prontitud, como si alguien le fuera a descubrir las engulle, en la base del árbol hay un puñado de hojas con lóbulos de puntas afiladas y con pelos espinosos en ellos,

Enfundando su espada despeja su mente y canaliza todos su riatsu a sus extremidades superiores, y en un segundo parecen brillar, la amalgama de espíritu y sangre de si mismo comienza a emerger y con palabras de trueno recita el hechizo de invocación…

-Hado número cuatro!! Byakurai!!– grita con potencia apuntando al árbol que se levanta con fuerza frente a él.

Este al recibir el impacto del kidoh, apenas se mueve, y una chispa delgada se descarga, pero cuando esta parece flaquear se intensifica y parece un rayo que ha impactado en el mismo árbol, pero no es tan potente como parece, es más, al acercarse a ver el resultado, apenas le ha quemado el tronco, si desea perfeccionar sus artes, deberá practicar mas, así que sin perder el ánimo que le caracteriza nuevamente se posiciona en el lugar de antes y sigue lanzando el mismo kidoh una y otra vez, hasta que sea de una potencia decente…

Después de abandonar el gran lago y el entrenamiento en Kidoh Huidow comienza a trotar mucho, demasiado usando a la vez el shumpo con este entrenamiento el poder de su shumpo se hace mas y mas rápido porque si sus piernas son más fuertes no deberá concentrar tanto Riatsu en ellas para realizar la técnica y cada vez le quitara menos Riatsu. De pronto el shinigami ve una gran extensión de tierra pero cubierta de hielo, ha trotado demasiado al parecer, ve muchas y grandes montañas de nieve y hielo que la cubren, el viento sopla y siente el frío hasta sus huesos, deben hacer unos 26-30 grados bajo cero, demasiado para un humano, pero para un soldado como él, debería ser más que suficiente.

- De todos los elementos que existen este es el que menos me gusta- piensa mientras continua con su trote,

Pero solo una cosa le motivara a pasar por aquí, debe volverse fuerte, muy fuerte para agradecer a la Escuadra que le dejo entrar en el Sereitei, debe honrarlo, con su muerte si es necesario, ser el filo de su espada su escudo...es raro, pero nunca antes sintió este lugar, la corte de los espiritus como su verdadero hogar. De pronto por estar soñando despierto resbala con un pedazo de hielo y rueda peligrosamente por una colina, saca su espada como puede y se gana un par de cortes con su propia arma pero antes de caer en un abismo sin fondo logra enterrarla en el gélido hielo, quitándole la funda de su Zampaktoh la usa a modo de pica hielos, subiendo lenta y penosamente hasta la cima,

-Maldición!!- Exclama mientras ensarta la funda en el hielo

Una esquirla de hielo salta a sus ojos cortándome el parpado, por suerte reacciona a tiempo y lo cierra, sino habría sido una herida de consideración. A medida que avanza es más y más difícil, pero logra llegar hasta el lugar donde resbalo, debe trata sus heridas así que busca algún lugar para descansar. En ese mismo instante siente la presión del aire la cual sube un par de grados, el viento cambia, la tierra se estremece y no hay duda una tormenta se acerca, con un ojo empapado en sangre y sus manos congeladas podría morir aquí, así que concentrándose mucho reúne Riatsu en sus manos...

-Ey valla, que sucedió? sentí mis brazos más tibios, ¿Será por el Riatsu?- así que después de sentirse más cómodo, comenzó a cavar en el hielo, le fue fácil cortarlo con su Zampaktoh la cual emitía muy poco Riatsu al parecer tampoco le gustaba el frío, tal como a él.

Después de cortarlo llegó hasta la tierra esto es más difícil y debe apresurarse si quiere tener refugio antes de que la tormenta llegue, así que concentrando Riatsu en sus manos comenzó a cavar, pero algo sucede, es como si sus manos se volvieran más rápidas, parece ser que tal como el shumpo cuando concentra energía en sus manos estas reaccionan más rápido pero es muy cansador... lo que ha descubierto el shinigami raso, es la celeridad espiritual, no tiene opción si no logra cavar un refugio morirá...

La tormenta es devastadora, asesina la vida en un segundo la fuerte tormenta desprende la carne de los huesos y el frío incluso llega a quemar la piel de quien recibe su abrazo, para suerte usando este nueva habilidad termino de cavar un refugio muy rudimentario pero practico, trata de dormir un poco, seguramente la tormenta durara un par de horas.

Al pasar la tormenta el día muestra sus rayos del sol y como si un demonio de poder saliera de un infierno blanco se levanta el shinigami Huidow Benezer con ojos profundos y más decididos que antes del paso de la tormenta, retoma su camino de frio dolor,

Mientras corre por el campo de hielo, recuerda todo el entrenamiento que debió sufrir para llegar a ser aceptado en el ejercito de los espíritus más poderoso que existe, pero ya es pasado…. desde hoy no recordara el pasado, el dolor de este mundo significaran mil sonrisas del siguiente porque para eso nació...

-Para recorrer el camino del dolor- Mientras sonríe algo macabramente dejando ver su estilo predominante, el del sacrificio…

Y para aprovechar el máximo este entrenamiento utiliza todo su poder manteniendolo elevado todo lo que puede a modo de esforzarse, corre en dirección de grandes rocas de hielo, y para hacerlo más exigente intercambia ese Riatsu concentrado a sus brazos en el momento que se encuentra a unos treinta centímetros del peñasco para con la celeridad espiritual cortar el hielo lo más rápido que puede es excelente pero cuando realiza esto un par de veces el peñasco siguiente hace rebotar su zampaktoh rechazando su golpe, así que se toma un descanso, y nuevamente mira su espada, esta emite un riatsu que parece incrementarse mas y mas será posible que esta tendrá alguna conciencia muy poderosa, algún poder incontrolable?, es hora de que algo ocurra con su libración, sino no podrá ser un aporte para sus compañeros, en la biblioteca leyó que estas podían ser liberadas con relativa facilidad pero a que se referían con ello? Deberá investigar más y cuando se levanta escucha que alguien pronuncia su nombre

-Hui…dd…doww...- susurran a sus espaldas

Se voltea con un shumpo y desenvainando su zampaktoh la posiciona sobre su cabeza y tomando la funda de forma horizontal espera algún ataque o bueno si conoce su nombre puede ser un amigo, de todas formas si se oculta de el no debe ser amistoso,

Busca cualquier fluctuación de Riatsu a su alrededor, frente a si mismo… nada, moviendo levemente sus ojos a la izquierda y derecha… tampoco, tras de si…. nada, bajo sus pies podía ver débilmente la vida fluir de un par de insectos, gusanos y otros bichos que se esconden en la tierra,

-¿Habrá sido el viento?- se preguntó bajando su arma…

De pronto siente como el Riatsu de su Zampakto es más grande de lo habitual incluso parece como si siniestros tentáculos atraparan su brazo, como queriendo apoderarse de él y de un segundo a otro,

Desaparece el Riatsu…

-Creo el frío de este lugar está afectando mi mente- dice mientras mira el ultimo reto que le espera para salir de este lugar, debe trepar una gran cumbre de unos cien metros de hielo puro y crujiente…

-Seria agradable entrenar con alguien pero parece que a nadie le gusta sufrir,… … … Huidow eres in idiota!- dice algo resignado mientras con su mano izquierda toca el primer pedazo de hielo de la escarpada cumbre.

El principio fue fácil, pero a medida que avanzaba sus huesos sienten cada vez más el cansancio, y parece ser que su Riatsu no es suficiente para calentarlos de nuevo, o al menos no desea usarlo desmotivado por la imagen de su brazo consumido por ese macabro poder que salía de su espada, pero se está acostumbrando, sádicamente si lo vemos de cierto modo.

Treinta metros más tarde el sudor que recorre su frente aumenta con cada nuevo movimiento que genera, este con el viento gélido lo congela de inmediato, lo cual parece quemar su piel, pero ya muchas cicatrices acompañan su cuerpo no le importa recibirlas ni mostrarlas, porque aunque sean algo de mal gusto las enseña cuando la batalla rasga sus ropas como si fueran trofeos de guerra, todas llevan nombres de guerreros que han sido derrotados o arduos entrenamientos que realizo pero presiente que este será uno de los más memorables.

Después de un par de horas al fin he llegado a la cima, sus manos están empapadas de sangre sus dedos cortados por filosos pedazos de hielo le atormentan, su espalda congelada por su propio sudor congelado hace que el poder de este campo de entrenamiento en hielo penetre en su ser hasta la medula de los huesos, pero se levanta sacando fuerzas de ningún lado y camina hasta la salida del campo de hielo, antes de irse voltea…

-Odio el maldito hielo…