Entrenamiento. Ichinose Maki.
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Entrenamiento. Ichinose Maki.
Maki caminaba lentamente, atravesando el complejo de entrenamientos, en su totalidad. Se dirigía directamente hacia una pequeña y acogedora sala, donde iniciaría su entrenamiento diario.
Nijigasumi lucía empuñada en su mano.
La colocó encima de una mesa, mientras se sentaba en el suelo, preparándose para iniciar una profunda y larga charla con su zanpakutoh.
Tras varios minutos de absoluto silencio, concentración, meditación, y un estado de simbiosis sumamente profundo con Nijigasumi, consiguió tomar contacto con dicho elemento.
Un intenso fulgor multicolor surgió de su zanpakutoh, iluminando completamente toda la sala, mientras levitaba en el aire, moviéndose lentamente de un lado a otros.
-Largo tiempo sin vernos, Nijigasumi- Comentó Maki, mientras sonreía a la manifestación metafísica de su zanpakutoh.
-Demasiado... Últimamente ya no hablamos... Desde que te graduaste, aproximadamente...- Respondió Nijigasumi.
Su voz era algo distorsionada y femenina. Se trataba de un espíritu de características féminas.
-Ya veo... Como sabrás he conseguido hacerme un lugar en la séptima división, aunque ya sabes lo que opino sobre la defensa del Sereitei. La división más acertada para mis características es la segunda.
-Características... Mejor deberías perfeccionar nuestro poder antes de aventurarte en cualquier cambio de escuadrón. Debes madurar. Tanto tú, como tus habilidades y conexión conmigo misma.
Las palabras de Nijigasumi eran sabias. Se trataba de un espíritu cualificado, así como también poseía cierto grado de experiencia en combate, en épocas pasadas.
-Tienes razón... Siempre la tienes... Estoy intentando perfeccionar mis habilidades de combate individuales, aunque de ahora en adelante procuraré entrenar contigo una vez al día, siempre que pueda y disponga del tiempo necesario.
-Ya sabes que te apreció demasiado, Nijigasumi- Acotó mientras se acercaba a la luz, sonriéndole una vez más.
-Deberías hacerlo... Soy la fuente de tu poder...- Comentó, replicando la anterior frase de Ichinose, a modo de burla, mientras reía.
Sesiones de entrenamiento como aquellas reforzaban la confianza y habilidad de Maki para poder convocar a Nijigasumi con total facilidad.
Su experiencia aumentaba a medida que los días pasaban. Esperaba poder convertirse en un rango mayor dentro de poco.
Nijigasumi lucía empuñada en su mano.
La colocó encima de una mesa, mientras se sentaba en el suelo, preparándose para iniciar una profunda y larga charla con su zanpakutoh.
Tras varios minutos de absoluto silencio, concentración, meditación, y un estado de simbiosis sumamente profundo con Nijigasumi, consiguió tomar contacto con dicho elemento.
Un intenso fulgor multicolor surgió de su zanpakutoh, iluminando completamente toda la sala, mientras levitaba en el aire, moviéndose lentamente de un lado a otros.
-Largo tiempo sin vernos, Nijigasumi- Comentó Maki, mientras sonreía a la manifestación metafísica de su zanpakutoh.
-Demasiado... Últimamente ya no hablamos... Desde que te graduaste, aproximadamente...- Respondió Nijigasumi.
Su voz era algo distorsionada y femenina. Se trataba de un espíritu de características féminas.
-Ya veo... Como sabrás he conseguido hacerme un lugar en la séptima división, aunque ya sabes lo que opino sobre la defensa del Sereitei. La división más acertada para mis características es la segunda.
-Características... Mejor deberías perfeccionar nuestro poder antes de aventurarte en cualquier cambio de escuadrón. Debes madurar. Tanto tú, como tus habilidades y conexión conmigo misma.
Las palabras de Nijigasumi eran sabias. Se trataba de un espíritu cualificado, así como también poseía cierto grado de experiencia en combate, en épocas pasadas.
-Tienes razón... Siempre la tienes... Estoy intentando perfeccionar mis habilidades de combate individuales, aunque de ahora en adelante procuraré entrenar contigo una vez al día, siempre que pueda y disponga del tiempo necesario.
-Ya sabes que te apreció demasiado, Nijigasumi- Acotó mientras se acercaba a la luz, sonriéndole una vez más.
-Deberías hacerlo... Soy la fuente de tu poder...- Comentó, replicando la anterior frase de Ichinose, a modo de burla, mientras reía.
Sesiones de entrenamiento como aquellas reforzaban la confianza y habilidad de Maki para poder convocar a Nijigasumi con total facilidad.
Su experiencia aumentaba a medida que los días pasaban. Esperaba poder convertirse en un rango mayor dentro de poco.
Última edición por Ichinose Maki el Mar Jun 16, 2009 3:53 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Segundo Entrenamiento. Descubriendo el poder de Nijigasumi.
Un pequeño bosque repleto de árboles fueron la siguiente zona de entrenamiento de Ichinose, quien esta vez buscaba tomar el poder de Nijigasumi. Debía tomar una relación más a fondo con ella si quería llegar a ascender en algún momento.
Caminaba lenta y pausadamente, mientras contemplaba la hoja de Nijigasumi, atónito por su belleza.
Los rayos del sol iluminaban de una manera única dicho elemento, y su empuñadura parecía palpitar cuando estos entraban en contacto con ella. Era una escena realmente especial y bella a la vista terrenal.
Una vez encontró el lugar indicado, un pequeño claro rodeado de unos cuantos árboles perfectamente estacionados, formaban un circulo perfecto, procedió a sentarse, en medio de la hierba.
Posteriormente se posicionó en loto, esperando tomar una mejor postura y más adecuada para el proceso de conexión.
Pasados los minutos, y ya totalmente concentrado en su tarea, la manifestación lumínica de Nijigasumi se dejó ya divisar, levitando en el aire, como acostumbraba a hacer.
Obviamente no era la fase final de dicho elemento. Era un punto intermedio entre su conexión. Para poder vislumbrar algún tipo de figura debería entrenar mucho más.
-Buenos días- Comentó la manifestación, mientras efectuaba una pequeña risa.
-Últimamente contactas mucho conmigo- Concluyó.
Ichinose parecía serio. Debía conseguir que Nijigasumi le prestara su poder en futuros combates. Incrementar su Reiatsu, así como también lograr alcanzar la primera liberación, el Shikai.
-Lo sé. Y por cierto, buenos días a tí también, mi educada aliada.
-Necesito de tu poder para poder, válgase la redundancia, incrementar mis fuerzas en combate, y así conseguir el preciado y deseado ascenso. Obviamente, también sé que con el tiempo te mostrarán ante mí en tu verdadera forma, querida.
Su trato ya no era tan frío y vació como antes. La confianza imperaba en sus conversaciones en aquellos últimos encuentros eventuales.
-No tengo ningún problema en darte mi fuerza. En prestártela. Pero deberás ganar mi confianza, baby- Acotó la brillante luz etérea, mientras reía levemente, pícaramente.
-Entiendo... En nuestro próximo entrenamiento intentaremos alcanzar y acercarnos a la primera liberación. Espero pongas de tu parte. Yo pondré todo mi poder- Finalizó Ichinose, mientras se retiraba del lugar.
-Adios, cariño- Concluyó mientras envainaba la zanpakutoh, y la luz levitante se evaporaba por completo, dejando la zona iluminada únicamente por el Sol que reinaba en aquel día.
Sus pasos le guiaron hacia la salida del bosque.
Caminaba lenta y pausadamente, mientras contemplaba la hoja de Nijigasumi, atónito por su belleza.
Los rayos del sol iluminaban de una manera única dicho elemento, y su empuñadura parecía palpitar cuando estos entraban en contacto con ella. Era una escena realmente especial y bella a la vista terrenal.
Una vez encontró el lugar indicado, un pequeño claro rodeado de unos cuantos árboles perfectamente estacionados, formaban un circulo perfecto, procedió a sentarse, en medio de la hierba.
Posteriormente se posicionó en loto, esperando tomar una mejor postura y más adecuada para el proceso de conexión.
Pasados los minutos, y ya totalmente concentrado en su tarea, la manifestación lumínica de Nijigasumi se dejó ya divisar, levitando en el aire, como acostumbraba a hacer.
Obviamente no era la fase final de dicho elemento. Era un punto intermedio entre su conexión. Para poder vislumbrar algún tipo de figura debería entrenar mucho más.
-Buenos días- Comentó la manifestación, mientras efectuaba una pequeña risa.
-Últimamente contactas mucho conmigo- Concluyó.
Ichinose parecía serio. Debía conseguir que Nijigasumi le prestara su poder en futuros combates. Incrementar su Reiatsu, así como también lograr alcanzar la primera liberación, el Shikai.
-Lo sé. Y por cierto, buenos días a tí también, mi educada aliada.
-Necesito de tu poder para poder, válgase la redundancia, incrementar mis fuerzas en combate, y así conseguir el preciado y deseado ascenso. Obviamente, también sé que con el tiempo te mostrarán ante mí en tu verdadera forma, querida.
Su trato ya no era tan frío y vació como antes. La confianza imperaba en sus conversaciones en aquellos últimos encuentros eventuales.
-No tengo ningún problema en darte mi fuerza. En prestártela. Pero deberás ganar mi confianza, baby- Acotó la brillante luz etérea, mientras reía levemente, pícaramente.
-Entiendo... En nuestro próximo entrenamiento intentaremos alcanzar y acercarnos a la primera liberación. Espero pongas de tu parte. Yo pondré todo mi poder- Finalizó Ichinose, mientras se retiraba del lugar.
-Adios, cariño- Concluyó mientras envainaba la zanpakutoh, y la luz levitante se evaporaba por completo, dejando la zona iluminada únicamente por el Sol que reinaba en aquel día.
Sus pasos le guiaron hacia la salida del bosque.
Invitado- Invitado
Tercer Entrenamiento. Liberando a Nijigasumi.
Se encontraba en un pequeño bosque. La vegetación parecía intentar comunicarse con Ichinose, quien caminaba paciente y serenamente hacia su destino, una pequeña parte del bosque, donde pondría en práctica sus más poderosas habilidades, actualmente.
Desenvainó su zanpakutoh, mientras iniciaba el siempre requerido proceso de meditación y concentración. Posteriormente, entró en armonía con su entorno, consigo mismo, pero sobretodo, con Nijigasumi.
Sin esperar un solo segundo más, comenzó a recitar algunas palabras. Las necesarias para que el ritual de liberación pudiera llevarse a cabo.
-Kōka hirameke... Nijigasumi...
Sin mediar palabra alguna más, colocó a Nijigasumi horizontal en su cintura, mientras esta se tornaba cada vez más brillante, gracias a su propio poder espiritual, y al Reiatsu que Ichinose producía.
La empuñadura de su zanpakutoh latía con intensidad insólita. Nunca antes había llegado a ese punto.
El poder invadía la esencia de Maki, cuyos ojos parecían ahora brillar con intensidad propia. Habían tornado a un color celeste, aunque ahora parecían cambiar constantemente. La combinación de colores infinita que poseía la hoja de Nijigasumi había también invadido sus iris y pupilas.
-Este poder... Es increíble...- Susurró, mientras efectuaba un shunpo, en dirección a una aglomeración de vegetación, a su derecha.
Sin esperar ningún hecho, efectuó un corte diagonal hacia uno de los árboles.
Una intensa ráfaga de Reiatsu acompañó dicho corte. El árbol se vió completamente destrozado, mientras que toda vegetación detrás de este fué arrollada por la ráfaga que emitió.
-Realmente increíble...
Su entrenamiento había conculido. La liberación de Nijigasumi... Ya era posible.
Desenvainó su zanpakutoh, mientras iniciaba el siempre requerido proceso de meditación y concentración. Posteriormente, entró en armonía con su entorno, consigo mismo, pero sobretodo, con Nijigasumi.
Sin esperar un solo segundo más, comenzó a recitar algunas palabras. Las necesarias para que el ritual de liberación pudiera llevarse a cabo.
-Kōka hirameke... Nijigasumi...
Sin mediar palabra alguna más, colocó a Nijigasumi horizontal en su cintura, mientras esta se tornaba cada vez más brillante, gracias a su propio poder espiritual, y al Reiatsu que Ichinose producía.
La empuñadura de su zanpakutoh latía con intensidad insólita. Nunca antes había llegado a ese punto.
El poder invadía la esencia de Maki, cuyos ojos parecían ahora brillar con intensidad propia. Habían tornado a un color celeste, aunque ahora parecían cambiar constantemente. La combinación de colores infinita que poseía la hoja de Nijigasumi había también invadido sus iris y pupilas.
-Este poder... Es increíble...- Susurró, mientras efectuaba un shunpo, en dirección a una aglomeración de vegetación, a su derecha.
Sin esperar ningún hecho, efectuó un corte diagonal hacia uno de los árboles.
Una intensa ráfaga de Reiatsu acompañó dicho corte. El árbol se vió completamente destrozado, mientras que toda vegetación detrás de este fué arrollada por la ráfaga que emitió.
-Realmente increíble...
Su entrenamiento había conculido. La liberación de Nijigasumi... Ya era posible.
Invitado- Invitado
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