1er entrenamiento

Se encontraba Minato Arisato entrenando solo en el coliseo shinigami.

-Siento que asi no podre cumplir mi sueño-

Minato se pasaba pensando como podria ser más fuerte. Su mente daba vueltas. No se podia concentrar en otra cosa más que en eso, en ser más fuerte y liberar su zampakutoh y todo su poder y asi cumplir su gran y anhelado sueño...

Había sido citado el joven peliblanco para entrenar a un recien llegado sin capitán. Supuestamente ese sería el trabajo de su perezosa teniente, Matsumoto; pero esta con un simple "estoy cansada" cayó en el sofá a dormir, cosa que realmente no sorprendió en lo mínimo al capitán, estaba acostumbrado a aquellas jugadas tan irresponsables de la peli naranja. Resinado a asistir a una enseñanza que poco duraría, posiblemente; Toushiro se dirigió con aquel paso normal y rítimico.

Haciendo actó de presencia en el lugar citado, observó que se trataba de un joven, sintió cierto tabú ante la escena. Al parecer el décimo escuadrón se estaba encargando en ese momento de los entrenamientos de los recien llegados. Por un lado le molesto al pequeño peliblanco, pues existían mas capitanes y tenientes que podían hacerse carga de sus propios homólogos, pero bueno... él no consentía los deseos del comandante.

-¿Minato Arisato? - preguntó, mientras examinaba al joven de piez a cabeza, mirandole con el ceño fruncido.

Levantó por un momento la mirada al cielo, contemplando el astro rey y sientiendo como el viento jugeteaba con su ropaje y su blanquecina cabellera unos instantes.

-ehh?-

Minato fijo su mirada en la fuente de la cual provenia esa voz. Tardo un poco en reaccionar... Cuando se dio cuenta, estaba enfrente del Capitan del 10º escuadrón.

-Si, Capitán Hitsugaya. Que puedo hacer por usted?-

Se notaba que Minato estaba nervioso, al estar enfrente de un capitán, pero de apoco logro controlar esos nervios.

Un suspiro salío del pecho del peliblanco, enviando su cabeza a la izquierda hasta que tronará de igual forma hizo con el otro lado, mientras le comentaba al joven raso unas palabras:

-Me han enviado a darte un entrenamiento, según tengo entendido el primero después de tu graduación ¿No es asi? - comentó con aquel tono serio y un tanto molesto, aquel tono tan acostumbrado del capitán. Tenía que admitirlo era un cascarrabias de lo peor, y sin duda lo reflejaba con todo aquel que se le cruzaba por enfrente.

Envío su iris turquesa unos momentos al joven, quien se mostró nervioso por un corto período, logrando contenerse a tiempo. Alivio, suponía que era lo que sintío en ese momento el capitán.

-Si, asi es Capitán-

Luego de decir esto, Minato hizo una reverencia ante aquel capitán. Por dentro, se sentia feliz, la primera persona que le habla luego de su graduación habia sido un capitán. ¿Quien lo diria?. Logro desviar su pensamientos y concentrarse en mirar a aquel joven que se encontraba frente a él.

-En que consiste el entrenamiento, Capitán?-

Minato se sentia más relajado, de apoco lograba desviar todos sus nervios.

Al menos era educado el chico tenía que reconocer, no era por altanero pero le trataba con respeto; comenzaba a caerle bien el recien llegado. Se acomodo un momento su haori sacudiendolo de el polvo que se había impregnado durante el camino del escuadrón al estadio de entrenamiento, una costumbre que había adquirido desde hace tiempo el joven capitán. Estar presentable en todo momento.

-Será un repaso general... -comentó el chico dando un par de pasos hacia atrás. Resguardando ambas manos en las enormes mangas de su hakama, las cruzo frente a él. -Muestrame que es lo que tienes. -insitó dando a conocer el echo de que se libraría una batalla; calentamiento para el capitán es lo que se podría decir.

Minato quedo impactado. Nunca hubiese creído luchar contra un Capitán, al menos no luego de su graduación. Logro reponerse rápido, saco su zampakutoh tomándola con ambas manos, y empezó a analizar la situación: Disimuladamente, empezó a mirar de derecha a izquierda y viceversa, planeando un ataque rápido. Maneobrando solo con la mano derecha su zampakutoh, empezó a zig-zaguear a gran velocidad. Apareciendo por la derecha de aquel Capitán, el cual Minato ya respetaba sin siquiera conocerlo a fondo. Puso ambas manos en su Zampakutoh, atacó a Hitsugaya y la detuvo enfrente del rostro de aquel peliblanco.