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Fan-Fic. Resident Evil. La Aguja Carmesí. 3599z02

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Fan-Fic. Resident Evil. La Aguja Carmesí.

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Mensaje por Invitado Dom Jul 05, 2009 5:19 am

OFF. Bueno, esto no es más que un capitulo, para ser más concretos el prólogo de una serie de "aventuras" que mi mente ideó hace tiempo.

Obviamente, como dice en el título, estas están orientadas totalmente al universo Resident Evil. Zombies, destrucción, supervivencia. Todos estos elementos estarán perfectamente integrados en este Fic.

Primeramente, pondré una ficha de mi personaje. Esto ayudará a los lectores a visualizarlo y a poder comprender sus acciones a la perfección.

Ficha de Alexander


Nombre: Alexander Roddick.



Edad: 27 años de edad. 10/07/1980.



Idioma: Inglés y Español.



Oficio
: De profesión médico. Completó con éxito la carrera
de medicina. Más tarde, continuó sus estudios, especializándose en
Infectología.



Apariencia: Sus ojos, son
totalmente azabaches, muy intensos. Estos combinan a la perfección con
el elegante personaje, dándole un tono algo misterioso y sensual.
Normalmente su mirada desprende rastros de madurez y seriedad. Aunque a
veces por el contrario, puede dar una sensación imponente, de
superioridad.



Su cuerpo es atlético, gracias a varios años de trabajado gimnasio.
Su rostro es algo tosco, aunque irradia un sex appeal increíble.



De cabello oscuro, moreno, mantiene normalmente una dejada barba,
de aproximadamente unos tres días. Esta le da un aspecto de madurez
extremo. Su cabello es algo equilibrado. No se trata de un cabello
corto, aunque tampoco largo.



Personalidad: Se trata de un hombre trabajador, a la par que honrado. Siempre vela por la seguridad de sus amigos.



Posee un coeficiente intelectual superior a la media establecida.



Se le puede calificar de amable, tranquilo, divertido y en
ocasiones algo payaso. Se caracteriza por su facilidad y habilidad para
enfrentarse a situaciones de difíciles o de peligro.



Es alguien coherente, humilde, y en ocasiones, persuasivo.



Aficionado a las armas. Poseía un arsenal con más de diez distintos
tipos de ellas. Obviamente la actual situación le hace imposible
recuperar su hogar, así como su armamento olímpico.



También es un hombre polifacético. Le gusta la literatura, todos
sus campos, así como también la pintura y prácticamente todos los tipos
de artes antiguos que todavía se conservan.

- Aquí termina la ficha descriptiva del personaje.

___________________________________________________

Capítulo Cero. ¿Un Sueño?


Nacido el Diez de Julio de 1985, en la ciudad de Barcelona, en España.



Sus padres aún residen en España, más concretamente en Barcelona, donde
Alexander vivió la mayor parte de su existencia. Se encuentran
divorciados, como tantos otros matrimonios en la sociedad actual. No
posee más familia.



Es posible que en estos momentos, ya hayan encontrado la paz, o
quizás se encuentren por las calles de dicha ciudad, anhelando alguna
presa aún con vida.



Su padre, desde pequeño instruyó a Alexander en el manejo de armas de fuego. Esto se debe a su pasado como Navy Seal.



Se especializaba en disparar con diferentes rifles a largas
distancias, como un francotirador. También con cualquier tipo de
pistola. Estas armas a veces eran legítimas, aunque otras veces eran
completamente ilegales, y su adquisición era misteriosa y algo oculta
por su padre.



Lleva practicando disparo olímpico y privado desde que posee uso de razón, así que su manejo con las armas es sublime.



Su padre fue un agente secreto de fama mundial. Trabajaba para la
Agencia Umbrella y su pseudónimo era Stormrage. Alguien realmente
inteligente, así como preparado para situaciones de riesgo.



Por parte de madre, su pasado fue más mediocre. Se trataba de una simple vendedora ambulante, o así lo creía Alexander.



Volviendo al pasado, Alexander siempre fue alguien realmente precoz
en sus estudios. Desde los ciclos primarios y secundarios, destacó en
su colegio, cabe añadir concertado, como uno de los alumnos más
brillantes jamás adquiridos.



Aprendió incluso a conducir antes que la mayoría de hombres. A la
edad de quince años. Su padre también le enseñó dichos conocimientos,
así como le instruyó en la practica.



Su pasión por la medicina, así como por la de salvar vidas, hicieron de Alexander un afamado estudiante.



Poseía algún que otro Hobbie, y practicaba un deporte olímpico.
Este ayudaba en demasía a adquirir un mayor grado de concentración.
Practicaba el tiro al blanco, con diferentes tipos de armas. Desde
simples pistolas hasta incluso alguna que otra vez un estilo más
rústico y elegante, el arco.



Su búsqueda por el conocimiento y una buena formación le llevaron a Nueva York.



Mediante una beca, y sus resultados académicos posteriores, así
como la prueba selectiva, consiguió una plaza en la Mount Sinai School
of Medicine (MSSM), esta se encontraba ubicada en Manhattan.



Sus estudios fueron correctamente finalizados, e incluso se especializó en Infectología, algo que realmente le apasionaba.



Ya podía considerarse un médico, e incluso ejerció durante dos años
su anhelada profesión, en uno de los hospitales con más renombre de la
ciudad de Manhattan.



Durante aquellos dos años, perfeccionó sus conocimientos de una
manera brutal, trabajando con famosos e inteligentes compañeros de
profesión, y siendo ya considerado uno de los más precoces médicos
especializados en su rama, la Infectología.



La fama obtenida comenzaba a elevarse, aunque un buen día, un día
nada normal y que de seguro cambiaría completamente el transcurso de la
historia, un suceso azotó las calles de la ciudad de Evans, así como
posteriormente todos sus alrededores.



Los periódicos portaban un titular común. “The Dead Walk” fue algo
que precedió a una masacre total, producida por una espesa niebla.



Aquel día el hospital se encontraba abarrotado de personas que
aseguraban haber sido alcanzadas por una niebla, y posteriormente
inducidas a una gran escalera de síntomas, los cuales no cedían ni
siquiera frente a antídotos, aumentos de adrenalina, e incluso algún
que otro medicamento en pruebas.



La tasa de muertes superaba con creces la estándar. Fue sin duda algo que conmocionó al joven médico.



Muchos de aquellos seres se encontraban en paro cardíaco, y eran
transportados hacia otros hospitales. Más concretamente hacia sus
cámaras de congelación. Ya no poseían almacenamiento necesario para
todos aquellos inertes cuerpos.



Aunque varias horas después. Más concretamente unas cuatro horas.
Algunos de ellos comenzaron a levantarse de las calles, así como
también de las camillas y lugares de reposo, entre mantas.



Los ataques contra los no infectados iniciaron. Eran criaturas en
verdad horrendas. Algunos de ellos devoraban completamente los rostros
de los humanos, y se alimentaban de sus extremidades y órganos vitales.



Alexander se encontraba en urgencias cuando esto ocurrió, una zona
menos afectada e invadida como es obvio, dada la naturaleza recién
infectada de las víctimas.



Lo únicos elementos que pudo alcanzar antes de que los infectados
entraran en dicha zona fueron un celular, una barreta, la cual le
serviría como método defensivo y ofensivo, y un compuesto medicinal, el
cual se encontraba justo al lado de la salida.



Cuando consiguió salir del edificio, la destrucción ya había llegado a las calles.



Aquellos no muertos destruían todo a su paso, así como se alimentaban de los que todavía podíamos respirar y sentir.



La imagen fue traumática, pero no tenía tiempo que perder. Necesitaba reaccionar velozmente.



Divisó una imagen realmente repugnante, aunque este hecho ayudaría
en demasía a su escape. Un hombre estaba siendo devorado, después de
haber sido expulsado de su vehiculo, aún en marcha por uno de aquellos
zombies.



La barreta penetró en su cráneo, terminando así con sus existencia,
o eso creía. Posteriormente, de un agresivo movimiento la arrancó de
este, limpiándola en las ropas del hombre devorado, las que aún no
habían sido arrancadas o manchadas. Seguidamente se hizo con el control
del vehículo, escapando de aquella situación, momentáneamente.



Los zombies miraban atónitos como una de sus presas se escapaba,
aunque al cabo de unos segundos, siguieron degustando aquellos
cadáveres, aún calientes.



Tras varios días de escape, y con el vehículo ya sin ningún tipo de
combustible, Alexander se encontraba solo, con la única compañía de su
celular, así como también de su barra de metal.



Sus pasos le dirigieron hacia Manhattan, donde mientras conducía su
vehículo, había conseguido divisar algunas presencias no infectadas.


Tras varios minutos de camino, consiguió por fin alcanzar una
estructura, rodeada por una cantidad de vallas y muros impresionante.



-“La resistencia”- Pensó, quedando delante de tan inmensa
fortaleza, mientras dirigía sus iris hacia su interior, esperando
respuesta alguna por parte de sus habitantes.


__________________________________

OFF. Bien, como ya he dicho se trata de un prólogo, por lo tanto es más descriptivo que narrativo. Me gustaría que comentaran los Fic.

Postearé a ritmo constante entre semana y semana.

Saludos.


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